El inicio de un expediente disciplinario puede suponer un verdadero dolor de cabeza para los médicos ya que, en la mayoría de los casos, se enfrentan a una situación desconocida ante la que no saben cómo actuar o cuáles son los derechos que tienen ante la Administración.
Desde el principio es recomendable estar asistido por un letrado que asesore al médico y le pueda guiar en las distintas fases del procedimiento. En este punto, conviene recordar que la modalidad Integral de la póliza de Responsabilidad Civil Profesional que suscriben los profesionales sanitarios a través de Uniteco Profesional, cubre los gastos de defensa jurídica en los procedimientos por expedientes disciplinarios así como en las fases previas de los mismos.
Los procedimientos disciplinarios se inician a través de la incoación del procedimiento, siendo esta la primera comunicación que recibe el médico. Sin embargo, hay situaciones en las que un procedimiento disciplinario viene precedido por unas diligencias informativas previas o de un expediente informativo instado por otra administración, como puede ser la Inspección Farmacéutica como ocurre en la consulta planteada.
En estos casos, la administración requerirá al médico para la elaboración de un informe sobre una actuación concreta o le citará para prestar declaración. En estas situaciones, el médico puede caer en el error de pensar que se trata de ayudar a la administración a despejar dudas sobre algún asunto en concreto.
Sin embargo, debido a la falta de garantías que existen en los procedimientos de información previa, es totalmente recomendable que el médico solicite el asesoramiento de un abogado, con el que podrá acudir a la declaración o revisará el informe que prepare el médico, ya que no es difícil que este tipo de procedimientos deriven posteriormente en un expediente disciplinario, por lo que la defensa del médico se vería influenciada por lo que manifieste en esa fase previa.
Respecto a cómo debe comportarse el médico, debemos tener en cuenta que en la mayoría de los casos la información que se facilita en la fase de información previa es muy breve, lo que puede dificultar la respuesta que dé a la administración u ocasionar que esta se malinterprete. Por ello es muy importante que desde el principio no se dé respuesta a datos que no se conozcan con total claridad o de los que existan dudas y se soliciten las aclaraciones que se estimen oportunas antes de dar una respuesta.
Aconsejamos a los profesionales sanitarios que actúen con cautela cuando la Administración les solicite información sobre un asunto concreto, ya que pueden ser objeto, de forma inconsciente, de un expediente informativo previo que pueda derivar en un expediente disciplinario. Por ello, es muy importante acudir a un profesional en derecho sanitario que les pueda asesorar en este tipo de trámites con el fin de poder cursarlo con las mayores garantías posibles.
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