El científico Katsunori Tanaka y su equipo han logrado darle un giro a la investigación contra el cáncer. Así, según recoge la revista especializada Chemical Science, estos investigadores podrían haber dado el primer paso hacia la cura genérica del cáncer.
El estudio ha sido probado en ratones, cuyos cánceres crecieron tres veces menos y la supervivencia fue del 100%. Todo ello a través de una inyección que emitía pequeñas cantidades de radiación alfa desde el interior de las células cancerosas. Esto provocaba la muerte de las células tumorales sin afectar a aquellas que continuaban sanas.
Ventajas de la cura genérica contra el cáncer frente a la quimioterapia
Hasta ahora, la quimioterapia y la radioterapia son los principales tratamientos contra el cáncer. No obstante, y pese a todos los avances que han supuesto, estas terapias tienen unos efectos secundarios tan peligrosos, incluso más que la propia enfermedad, pese a ser bastante eficaz contra ciertos tipos de cáncer.
En el caso de esta nueva investigación, el cáncer se trata directamente sobre las células dañadas, evitando que otras células se vean afectadas por el tratamiento. Aunque, de momento, esto solamente se ha podido demostrar en ratones infectados por células de cáncer de pulmón humano.
Cómo actúa el nuevo tratamiento
Este mismo equipo de investigación comenzó su estudio tratando de detectar a las células cancerosas. Las células cancerosas cuentan con un compuesto llamado acroleína. Tanaka y su equipo unieron un compuesto fluorescente a un tipo concreto de azida, una molécula orgánica con tres átomos de nitrógeno en su extremo.
Así, cuando la acroleína presente en el cáncer y la azida interactúan, reaccionan e “iluminan” la célula cancerosa. Su siguiente paso fue descubrir cómo, una vez detectada, podían matarla a través de la forma menos invasiva para el paciente.
Por ello, han decidido llevar a cabo el estudio con astatina-211. Este radionúcleo emite una porción muy reducida de radiación, suficiente para acabar con la célula cancerosa y, según el estudio con ratones, incapaz de dañar a las células sanas circundantes.
Una vez descubrieron cómo unir la astatina-211 a la sonda azida, los investigadores llevaron a cabo tres pruebas sobre los ratones, que habían sido infectado con cáncer de pulmón humano.
- Cuando inyectaron la astatina-211 sin la sonda azida, los tumores continuaron desarrollándose y ningún ratón sobrevivió.
- Tras la inyección en sangre de la astatina-211 con la sonda, el tumor creció de manera controlada y 8 de cada 10 ratones lograron sobrevivir.
- Por último, la inyección en el tumor logró el 100% de supervivencia en los ratones y un control mayor de la enfermedad.
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