Frente al delito de omisión de socorro nos encontramos en la Medicina con la vocación del médico. Esta llama ardiente impulsa a los profesionales de la salud a dedicar su vida al cuidado de los demás.
Hablamos de compasión, empatía y un deseo honesto de marcar un antes y un después en la vida de vuestros pacientes. Tras un largo camino de horas de estudio, años de formación y sacrificios personales, lográis vuestra misión de curar, consolar y salvar vidas.
El delito de omisión de socorro
Aunque esta vocación no se pierda nunca, se dan circunstancias que nos sobrepasan e, incluso, nos pueden generar la duda de cómo actuar. A este respecto, puede llegar a aparecer lo que conocemos como delito de omisión de socorro, recogido por la ley española.
Habitualmente, hablamos de las negligencias médicas por actos del profesional que ha generado un perjuicio sobre la salud del paciente. No obstante, también podrán ser susceptibles de recibir una reclamación aquellos actos no realizados sobre el paciente y de cuya práctica se podría haber cambiado el sino del paciente.
El artículo 196 del Código Penal en España así lo recoge:
“El profesional que, estando obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o abandonare los servicios sanitarios, cuando de la degeneración o abandono se derive riesgo grave para la salud de las personas, será castigado con las penas del artículo en su mitad superior y con la inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de seis meses a tres años”.
Art. 196 CP (España)
Ejemplo de un no delito de omisión de socorro
Se ha viralizado por Instagram un parto en los exteriores de un hospital, al que la paciente no consiguió llegar antes de dar a luz. Concretamente, el bebé llegó al mundo en el aparcamiento de la clínica. El vídeo se puede ver en este enlace.
En este caso, la matrona es avisada rápidamente de la situación y practica la atención médica sin mayores inconvenientes. Eso sí, sin la tecnología de la que se dispone en dentro de las clínicas, que mejoran ampliamente las condiciones de los partos, además de ejecutar las maniobras necesarias monitorizando al mismo tiempo los valores de salud del bebé y la madre.
En el mismo vídeo, la sanitaria entrega el bebé a la madre y marcha al interior de la clínica para obtener los materiales necesarios para cortar el codón umbilical. No debería pasar nada, pero bien es cierto que la falta de materiales aumenta el riesgo de que no todo salga como debiera. La madre suele dar a luz en posiciones poco o nada habituales y qué pasaría si el bebé llega en una mala posición, que la médico no puede visualizar o el sanitario no puede coger correctamente al neonato, incluso cayéndose al suelo.
Las reclamaciones no son plato de buen gusto, y menos en verano
El delito de omisión de socorro es una situación poco habitual, pues, como hemos comentado, la profesión de la medicina cuenta con una vocación profesional sin igual. Aunque esto no indica, ni mucho menos, que no lleguen reclamaciones por este motivo contra los profesionales de la salud.
De igual modo, podemos evitar incurrir en esta sanción, pero ofrecer una atención médica deficiente por la falta de materiales necesarios para ella. Sin embargo, esto no exime de la responsabilidad del profesional de la salud si comete un error en estas intervenciones a pie de calle.
Por ello, tanto si trabaja en clínica privada, donde es obligatorio, como en la sanidad pública, cuyas coberturas en responsabilidad civil son limitadas, es importante contar con un seguro de RC Sanitaria a la altura de la profesión, que nunca te vaya a dar la espalda cuando los necesites.
Los profesionales de la salud tienen la obligación de conocer los condicionados de sus pólizas. De esta forma, si necesitara hacer uso de ella, la compañía no se acoja a alguna de las condiciones de este para no protegerte.
En Uniteco llevamos más de medio siglo defendiendo el patrimonio personal y la reputación profesional de los médicos. Nuestros condicionados alcanzan una protección para el médico tal que preferimos deciros las pocas cosas que no cubrimos, que además de ser un mínimo de situaciones, estas se pueden considerar extremadamente raras.
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