En esta ocasión analizamos la demanda a los doctores y la clínica en la que fue intervenido el demandante. La reclamación se basa en la incorrecta indicación y aplicación de la prótesis Zimmer en la cirugía de cadera con implante a la que se sometió, cuyo fabricante contraindica expresamente la utilización de este modelo en pacientes con patologías como la que precisamente presentaba el demandante. Además, este alegó que existieron deficiencias en el consentimiento informado y ausencia de información sobre las alternativas y los riesgos por su condición de lesionado medular.
Fundamentos para la demanda a doctores y clínica
El tribunal señaló que el demandante fundaba la reclamación en una negligencia médica cometida por los demandados derivada de una incorrecta intervención quirúrgica de artroplastia de cadera derecha, expresamente contraindicada en un paciente con los antecedentes del demandante, es decir, con lesiones medulares, sin que se le informara, además, de los riesgos específicos de dicha intervención.
El paciente se basó en que la prótesis de cadera Zimmer venía expresamente contraindicada por el fabricante, acusando al doctor de desoír las especificaciones técnicas de la prótesis y realizar, a pesar de todo, dicha cirugía de implante. Además, el demandante declaró que dicho implante le provocó una fractura de fémur tras dicha intervención.
Por todo lo anterior, la Audiencia se centró en su sentencia en determinar si podía estimarse que existiera alguna responsabilidad por parte de los demandados, teniendo en cuenta para ello la revisión de la prueba pericial practicada. Así, del informe emitido por ZIMMER BIOMET SPAIN SL se extrajo que no se trata de una contraindicación absoluta, sino que deben distinguirse las dos contraindicaciones que son comunes a todos los productos, es decir, cuando existe infección y cuando los huesos no han madurado. Sin embargo, existen contraindicaciones relativas que deben ser valoradas por los cirujanos en cada caso concreto.
Valoración pericial de los hechos
El informe realizado por el perito nombrado por la clínica demandada concluyó que la contraindicación de la implantación de una prótesis de cadera en un paciente con lesión medular es una contraindicación relativa y no absoluta, pues mientras las absolutas implican que no puede hacerse en ningún caso, las relativas implican que debe o no hacerse según el caso, no siendo la osteoporosis una contraindicación absoluta. Además, estos informes determinaron que las prótesis no están contraindicadas en personas mayores con osteoporosis, ya que este tipo de personas siempre suelen tener osteoporosis y, a pesar de ello, se siguen realizando este tipo de implantes.
De las pruebas periciales aportadas por el paciente se extrajo que la artosplastia de prótesis de cadera está totalmente contraindicada en pacientes con lesiones medulares transversas completas a nivel dorsal. Con respecto a la fractura de fémur supuestamente provocada por la colocación incorrecta de la prótesis, el demandante y las pruebas periciales presentadas indicaron que se produjo por el movimiento de uno de los celadores tras la intervención. Sin embargo, la fisioterapeuta que trató al paciente tras la cirugía declaró que, si se hubiese producido la fractura de fémur en el momento en que el demandante indicaba, no habría podido realizarle la sesión de fisioterapia.
Por último, y en lo relativo a la información facilitada al paciente, el tribunal expuso que en la documentación presentada en el procedimiento constaban firmados cinco consentimientos informados distintos, de forma que no quedaba probado que hubiese un déficit en la información facilitada.
Sentencia por la demanda contra doctores y clínica
Por todo lo anterior, el tribunal concluyó que del examen de las pruebas periciales aportadas no se podía afirmar que existiera una relación de causalidad entre la artosplastia de cadera derecha y las complicaciones posteriores a la intervención. Tampoco quedaba probado que se hubiera infringido, por parte de los demandados, las reglas de la lex artis por indicar la mencionada intervención, ni que la información facilitada al paciente antes de la intervención fuera incorrecta o incompleta. Por todo ello, el tribunal desestimó la demanda.