Denuncia falsa por acoso o abuso sexual: inaudito, pero ocurre

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A las habituales denuncias por desacuerdos en los tratamientos, por consecuencias físicas no deseadas tras los actos médicos o por diferencias de criterio se suman las denuncias falsas. Las de acoso, o abuso sexual, son especialmente nefastas por la gravedad de la acusación. Atentan directamente contra el honor del médico y, además, puede llegar a desequilibrar su relación sentimental en el terreno personal. Pero hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones se produce el hecho a comentar, denuncia falsa por acoso o abuso sexual.

La mera denuncia puede ser suficiente

A diferencia de otros procedimientos, donde la acusación debe demostrar aquello de lo que se acusa, estos procedimientos se caracterizan porque a veces la sola denuncia de la supuesta víctima es suficiente para debilitar la presunción de inocencia. Para que el juez entienda que pudo existir acoso o abuso y, con ello, se pueda condenar al médico.

En esta ocasión narraremos lo sucedido a un médico que atiende la consulta de una mutua laboral. Una paciente acusó al médico que la reconoció tras un accidente de tráfico. En la rutina habitual del doctor procedió a reconocerla para establecer la extensión de los daños físicos del accidente, incluida la zona del cinturón de seguridad.

La paciente argumenta que el doctor se extralimitó en su exploración y que le tocó abusivamente el pecho en ese reconocimiento. También aseguraba que doctor y paciente se encontraban solos en la consulta en el momento en el que aquél procedió a reconocerla. La denuncia por parte de la paciente se realizó ante la Policía tras una consulta en la que el doctor le dio el alta médica que le obligaba a incorporarse a su trabajo. Esto provocó las protestas enérgicas de la paciente.

Consecuencias por denuncia falsa por acoso o abuso sexual

Como consecuencia de ello, el médico se vio envuelto en un procedimiento penal que, a pesar de acabar en su absolución, le supuso estar sometido durante más de 2 años que duró el procedimiento, a una enorme presión. Se veía obligado a demostrar su inocencia, con los consecuentes perjuicios que supone tener que enfrentarse a los juicios paralelos que se producen en este tipo de situaciones, a consecuencia de una denuncia infundada de una paciente.

Durante el juicio, quedó demostrada la correcta actuación del doctor y que la exploración se realizó conforme a los protocolos médicos. Que no era cierto que no hubiera nadie más en la consulta (ya que estaba la auxiliar), y que nunca había hecho los actos por los que se le acusaba.

Principales recomendaciones

Muchos al leer este artículo, se sorprenderán y pensarán “¿esto me podría haber pasado a mí?”. Con unas sencillas precauciones se pueden evitar estas situaciones desagradables:

  • Cuando vayamos a realizar una exploración a un paciente de distinto sexo, hay que estar, preferiblemente, acompañado de algún auxiliar o compañero. Además, es incluso más seguro si el auxiliar es del mismo sexo que el paciente.
  • No se deben de realizar manifestaciones de carácter sexual a ningún paciente. Parece obvio, pero nos referimos incluso a pacientes con los cuales hayamos alcanzado un alto grado de confianza; y podamos considerar nuestro comentario como una broma.
  • No se debe de producir un contacto físico con el paciente, salvo que el motivo del mismo sea necesario para establecer un diagnóstico. Sea parte de la exploración o sea necesaria para nuestra actividad médica. Como en el caso anterior este consejo parece evidente pero debemos de tener cuidado de que aquellas actuaciones que se realicen sean fácilmente justificables.

Por todo esto, procure sentar las bases para evitar situaciones incómodas con los pacientes. Procure estar acompañado en sus valoraciones, y revise si su póliza de responsabilidad civil cubre los gastos jurídicos de la defensa en estos procedimientos. Uniteco Profesional, en su experiencia de que la inmensa mayoría de estas denuncias son falsas, sí incluye en su póliza Premium la defensa del profesional en estos casos.

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1 comentario

Rafael

29 de febrero de 2012 18:23

«Cuando vayamos a realizar una exploración a un paciente de distinto sexo»… Yo, personalmente y por si acaso, procuro que haya alguien delante aún con pacientes de mi mismo sexo. Creo que no es necesaria la explicación.

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