Todos podemos cometer errores, porque nadie es perfecto. Ni tu vecino, ese que te cruzas por el rellano cada mañana es perfecto; el panadero de tu barrio no es perfecto; y, seguramente tú, querido lector, tampoco lo seas.
Aunque los errores pueden cobrar más importancia según donde se produzcan. No es lo mismo una barra de pan imperfecta que una operación imperfecta, donde un paciente se ve afectado. No es lo mismo que el panadero llegue tarde a la panadería a que el cirujano llegue tarde a una operación de urgencia. En el primer caso, el afectado sería el cliente que podrá comprar su pan más tarde. Pero, en el segundo caso, si algo saliera mal, estaríamos dando motivos de peso a una posible reclamación, la cual podría conllevar una gran indemnización.
Una mala noche, una mala racha o, quizás, ese despiste que no duró más de un microsegundo. A veces hay errores que no tienen marcha atrás. Por ello, cada día trabajamos para llegar a ser lo más perfecto posible, para no equivocarnos. Pero no solo tú, querido lector. Tu vecino, sí, ese que te decía que se cruzaba contigo en el rellano, también. Y el panadero de tu barrio, que se levanta cada mañana pensando en hacer los productos más perfectos.
Algunos casos de denuncias por negligencia médica
Porque las cosas pasan inexorablemente. En 2014, una mujer con 38 semanas de gestación y contracciones acudió al hospital, donde fue atendida y dada de alta. El médico consideró que aún no estaba de parto. Un día después, la madre fue ingresada y, tras cinco días de insistencia de los padres, se le realizó una cesárea de urgencia. La hija nació con un 95% de discapacidad. En 2022, el proceso ha concluido y el juez ha estimado el pago a la familia de 2,6 millones de euros por negligencia médica.
Y no es el único caso. Conrado Núñez, CEO de DS Legal -despacho especializado en el sector de la salud-, asegura que un médico puede llegar a tener hasta 13 siniestros a lo largo de su carrera. Ni los buenos escribanos evitan un borrón en su historial, ni los mejores médicos pueden evitar esta exposición al riesgo de su profesión. Igualmente, una enfermera fue declarada negligente por no avisar al médico a tiempo.
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