El mayor porcentaje de reclamaciones tiene su causa en el abandono del tratamiento por parte del paciente, las causas pueden tener múltiples etiologías, falta de seguimiento necesario del paciente, falta de recursos económicos, pérdida de confianza por parte del paciente o cualquier otra que podamos imaginar.
Ante el abandono del tratamiento por parte de los pacientes nuestra experiencia nos obliga a recomendar a todos los profesionales una actitud proactiva frente a esta situación. Esto se traduce en la necesidad de contacto con el paciente; conocer la causa de que el paciente abandone el tratamiento, completar la historia clínica del paciente y el estado en que se encuentra el mismo, igualmente notificar de manera fehaciente al paciente que en caso de abandono del tratamiento no podremos responder por las modificaciones que sufra el mismo, recomendar que sea visto por otro profesional pues el tiempo puede provocar cambios, cualquier modificación sobre el tratamiento no será responsabilidad del profesional, y finalmente ponerse a disposición del paciente para reconducir la relación médico/paciente.
En el caso de que no hagamos nada ante el abandono voluntario del paciente nos podremos acabar enfrentando a reclamaciones por parte de los pacientes en los que las acusaciones más normales son se resumen en falta de atención por parte del médico, reportes de dolores múltiples, o que el tratamiento inicial lo ha tenido que terminar otro profesional ante la inoperancia del primero.
En relación a lo anterior nuestra recomendación sería establecer protocolos de actuación en las clínicas para que, en caso de abandono, se actúe de manera profiláctica y protegernos de posibles reclamaciones que nacen del abandono voluntario del propio paciente.
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.
Deja un comentario