El síndrome tóxico por el aceite de colza, conocido también como “síndrome del aceite tóxico” (SAT), fue una grave intoxicación alimentaria que ocurrió en España en 1981. Este incidente afectó a miles de personas y resultó en cientos de muertes. A continuación se detallan los aspectos más relevantes del síndrome.
El síndrome fue causado por el consumo de aceite de colza desnaturalizado que había sido destinado para uso industrial pero que fue fraudulenta y peligrosamente desviado para consumo humano. Este aceite contenía anilina, una sustancia tóxica que, al ser ingerida, provocó una serie de graves problemas de salud.
Consecuencias del síndrome tóxico
El síndrome tóxico por el consumo de aceite de colza afectó a más 20.000 personas, muchas de ellas con consecuencias crónicas. Además, causó la muerte de unos 1.100 afectados.
Los síntomas se dividieron según la fase de la enfermedad, pudiendo ser síntomas iniciales o progresivos.
- Síntomas iniciales: fiebre, debilidad, dolor muscular, problemas respiratorios y erupciones cutáneas
- Síntomas progresivos: en fases más avanzadas, los afectados presentaron neumonía, hipertensión pulmonar, fibrosis pulmonar, alteraciones neurológicas y problemas hepáticos.
Este incidente se considera como una de las tragedias más importantes contra la salud pública en España por motivos alimenticios. Por ello, motivó profundas investigaciones y cambios legislativos en cuanto a seguridad alimenticia se refiere.
Entrevista a una doctora acusada de mala praxis
Los afectados por el síndrome tóxico del aceite de colza han recibido una serie de medicamentos cubiertos de por vida por la Seguridad Social. Esta cobertura incluye tanto productos farmacéuticos como de parafarmacia, siempre y cuando estén relacionados con su patología específica. Sin embargo, la situación se complica cuando se trata de los descendientes de los afectados.
Los descendientes tienen derecho a recibir medicamentos cubiertos por la seguridad social, pero no productos de parafarmacia, como cremas y champús, a pesar de que estos también fueron recetados por médicos sin la información adecuada. Esta discrepancia en la cobertura ha generado confusión y problemas adicionales.
Falta de formación y comunicación
La doctora y otros profesionales médicos desconocían esta limitación en la cobertura. Aunque esta información debería aparecer en la ficha del paciente, no había ningún aviso claro ni formación previa, lo que llevó a la prescripción incorrecta de productos a los descendientes.
“La situación actual es que tú prescribes a los que padecen el síndrome tóxico toda aquella medicación, incluso productos de parafarmacia, aunque no esté financiado para el resto de personas, siempre y cuando estén en relación con su patología del síndrome tóxico. Entonces sus familiares, los que son beneficiarios de esta operación de síndrome tóxico, en principio, solamente reciben productos que entran dentro de receta, es decir, no en productos de parafarmacia.”, explicó la doctora, que prefiere mantenerse en el anonimato.
Inspección y sanciones
El problema salió a la luz durante una inspección a una farmacia, donde se detectaron las prescripciones incorrectas. Como consecuencia, se quiere sancionar a la doctora con 15 días sin empleo y sueldo por cada paciente afectado.
“Se podía haber evitado mi caso y el de todos mis compañeros si hubiéramos tenido la información adecuada y si lo hubieran regulado ellos adecuadamente a la hora de prescribir”, argumenta la doctora.
En cuanto a su defensa, la abogada de la doctora confirma que los doctores “no tenían información sobre los requisitos que tenían”, en este caso, los descendientes de los afectados.
Formación y prevención en el síndrome tóxico
Tras este caso, los doctores han tenido que ser formados al respecto, una formación de la que se carecía cuando ocurrieron los hechos que afectan a la doctora entrevistada. “Básicamente, parece que se han dado cuenta y ya lo han hecho”, explica la doctora.
No obstante, la doctora reclama que estas formaciones deberían haberse realizado antes y que el sistema debería bloquear automáticamente las recetas incorrectas. “Viendo a decenas de pacientes al día, no es posible controlar esos detalles,” concluyó.
La doctora agradece a Uniteco su implicación
“A nivel personal, la verdad es que estaba muy cabreada. Muy preocupada. Yo no tenía ni idea de este tema. No sabía a lo que me enfrentaba. Tenía mucho miedo”, asegura la doctora, tras pasar por una situación nueva como para muchos otros compañeros, y para los que tiene alguna recomendación.
Una vez la doctora recibió la notificación de la investigación, avisó a Uniteco, con quien tenía asegurada su profesión. Rápidamente, la correduría le puso a su disposición al despacho de abogados especialista y líder en la defensa del médico en España.
“Es la primera vez que he tenido que recurrir a los servicios de Uniteco. Pero muy bien, me he sentido muy bien. Me he sentido arropada. Muy acompañada, comprendida. Y sobre todo, pues eso… no sentirte sola y que entienden lo que está pasando”, declara la doctora sobre su relación con Uniteco.
Concluyó la doctora acerca de la importancia de contar con especialistas en la defensa de los médicos. “Personalmente, con Uniteco la experiencia ha sido muy buena. Recomiendo a todo médico que no se enfrente solo a una reclamación y que cuente con la ayuda de personas que están ahí cada día, que entienden de cosas en las que a nosotros no nos forman”.
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