Una vez llegados los 65 años, muchos deciden poner fin a su etapa laboral, dando comienzo a los años como jubilado. Sin embargo, el médico tiene la posibilidad de retrasar su jubilación. Así, aquellos profesionales que eligen esta opción, siempre y cuando hayan alcanzado el número de años exigidos cotizados, verán aumentada su pensión máxima en el momento en el que decidan poner un punto final a su carrera en la medicina.
Beneficio de retrasar la jubilación del médico
Como profesión vocacional, existen muchos médicos que, llegados los 65 años, aún se ven con ganas, fuerzas y motivación para prolongar su carrera profesional. Además, esta prórroga laboral cuenta con un rédito económico en el caso de la medicina.
A partir de los 65, retrasar la jubilación supone un aumento del 4% de la pensión de jubilación, una vez se decida terminar con la carrera, por cada año completo trabajado de más. De esta forma, un médico que recibiese la pensión máxima -3.058,81 euros, en 2022- pasaría a recibir 3.181,16 si trabajase un año extra. Es decir, el aumento supondría 122,35 euros brutos cada mes.
No obstante, el máximo se ha marcado en un máximo de 611,75 euros brutos mensuales. O lo que es lo mismo, retrasar la jubilación hasta los 70 años, cinco más de lo establecido por ley.
De este modo, un médico que decida retrasar su retirada hasta los 70 años cobraría una pensión mensual de 3.670,56 euros brutos. Aunque probablemente esta cifra fuese ligeramente superior a la edad de jubilarse, ya que la norma nos conduce a pensar en una revalorización anual de las pensiones, haciendo que estos números, calculados con la pensión máxima de 2022, sean inferiores a lo que percibiría el médico en el momento de su jubilación con 70 años.
Por otro lado, existe la posibilidad de recibir los pagos extraordinarios por año trabajado más allá de la edad de jubilación en una sola vez. Así, Hacienda ingresa unos 12.000 euros, cuando se tiene la cotización máxima, por año que se retrasa la jubilación. Posteriormente, la pensión de jubilación se quedaría en la misma cantidad que le habría correspondido sin retrasar la jubilación.
Riesgos de retrasar la jubilación
Profesar la medicina es tan bonito como elogioso. No obstante, tiene sus contras. Trabajar con la salud de las personas hace que, en ocasiones, las cosas no salgan como uno espera, pues las reacciones del cuerpo humano pueden variar de una a otra. Incluso, un mal día puede desembocar en un despiste y un daño irreversible.
Con la edad, la experiencia y conocimientos son infinitamente mayores a los primeros años de profesión. Esta autoconfianza en nosotros mismos nos condena a la relajación y poder cometer errores impropios de la sapiencia y expertise de un médico experimentado.
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