
La organización del tiempo de trabajo es un tema fundamental para los empleos en los que se debe de dar una cobertura ininterrumpida las 24 horas del día. Por ello, para estas actividades se determinan 3 turnos de trabajo de 8 horas de modo que se preste un servicio continuo sin interrupción. Así surgen los turnos antiestrés: una respuesta organizativa a los turnos que rigen un servicio médico y por consiguiente las guardias médicas. En este sentido, nuestro artículo “Saliente de guardia: qué esperar de las guardias médicas” aborda la problemática derivada de las guardias médicas.
No obstante, esta nueva organización laboral permite que los diferentes empleados vayan alternando diferentes turnos horarios.

¿Cómo funcionan?
Los turnos antiestrés no tienen un modelo único, existen varias alternativas. Sin embargo, el modelo más habitual se conforma así: los primeros dos días turno de mañana, los dos días siguientes turno de tarde y después turno de noche antes de los tres días de descanso correspondiente. En definitiva, la organización quedaría de esta manera: M M T T N D D D. Con esta organización se cumplen varios de los fundamentos generales del diseño de ciclos de trabajo tales como:
- Minimizar el número de días del turno nocturno.
- Conseguir que las rotaciones sigan el sentido horario y que las rotaciones de cambio de turno sean cortas.
Características de los turnos antiestrés
No obstante, hay que tener en cuenta una serie de aspectos de esta organización laboral es que los turnos antiestrés tienen 8 días de duración. Esto provoca que los días de descanso no sean fijos, sino que rotan a lo largo de la semana. Por lo tanto, dependiendo de la semana, los días de descanso se enmarcará en un día concreto siguiendo el orden establecido. Algunos problemas que pueden ocasionar de este método de organización son:
- Esta variabilidad de los días de descanso en ocasiones puede llegar a ser negativa y, de hecho, hay gente que afirma que esta organización no solo no le alivia el estrés sino que se lo aumenta, al no coincidir nunca los días de descanso dentro de la semana. Este beneficio se convierte en una desventaja al no poder establecer rutinas y compatibilizar la vida laboral con la vida social y familiar.
- La calidad del sueño: dependiendo del turno en el que te toque, la calidad y la cantidad del sueño se verá afectado. Especialmente, en los turnos de noche se ve notablemente afectado, esto significa que tienen que dormir durante la época habitual de los ritmos biológicos que sostiene el estado de vigilia. Esta realidad provoca que tanto la calidad como la cantidad de horas de sueño se vean notablemente afectadas.
- Aparición de trastornos: en ocasiones, los trabajadores se lamentan de la irritabilidad y la ansiedad en relación con las condiciones laborales más estresantes, además, de la complicación para compatibilizar la vida familiar y social con la vida laboral. De hecho, la alteración constante de los hábitos de sueño puede provocar fatiga crónica, ansiedad, depresión así como trastornos gastrointestinales, metabólicos, cardiovasculares, etc. Últimamente, la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño ha precisado de manera oficial un nuevo tipo de trastorno del sueño: el Trastorno del Sueño por el Trabajo a Turnos presenta somnolencia excesiva o insomnio. Se calcula que cerca del 10% de los empleados nocturnos y de turno rotativo, en una edad comprendida entre 18 y 65 años presentan este trastorno del sueño.
Conclusión
En definitiva, los turnos antiestrés pueden ser una buena alternativa organizativa para los turnos que vertebran un servicio médico. Aunque, esta nueva organización puede ser muy positiva para algunas personas y muy negativa para otros. La rotación semanal de turnos puede ser un alivio para el médico como una condena por la imposibilidad de mantener una rutina marcada en el calendario.
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